La startup está en cuatro colegios y liceos, y tiene un convenio con la UAI para capacitar profesores. Los alumnos pueden explorar con robot, IoT, impresoras 3D y desarrollar proyectos, como un circuito de riego.

Impresora 3D, cortadora láser, programación electrónica, brazo robótico, robot explorador e Internet de las Cosas (IoT) son las tecnologías con las que pueden trabajar los niños desde los 10 años en los laboratorios que la EdTech chilena SPK está instalando en colegios y en liceos.

Ya están operando con cuatro establecimientos en las comunas de Puente Alto, Santiago, Puyehue (cerca de Osorno) y Temuco. Además, tienen como cliente a Aliat, una red de universidades mexicanas que utilizará sus laboratorios, y un espacio demostrativo en el Hub Providencia.

José Catalán, exgerente de Innovación de Masisa y uno de los fundadores de SPK junto a Javier Zapata, explica que el objetivo del emprendimiento es integrar herramientas tecnológicas de la industria 4.0 en los procesos educativos, para que de este modo la tecnología pueda penetrar realmente en la industria chilena y "generar un nuevo paradigma educativo".

Señala que el foco está en colegios particulares subvencionados, pero están abiertos a llegar a todo tipo de colegios. Inicialmente pensaron el proyecto para establecimientos técnico-profesionales, pero ahora también lo quieren llevar a científico-humanistas.

La startup se basa en el paradigma educativo del aprendizaje basado en proyectos, donde "la idea es que el alumno aprenda haciendo. Si tú estás en física o biología, el profesor te pone un desafío relacionado a la sequía o la contaminación y tú te pones a investigar. Nosotros entregamos las herramientas para esos desafíos", dice Catalán.

Por ejemplo, los alumnos pueden trabajar en un sistema de riego inteligente ocupando sensores que miden la humedad. Utilizando unos procesadores de la empresa italiana Arduino, que son de uso sencillo y se manejan con un software, los estudiantes pueden hacer su propio circuito de riego.

También cuentan con un robot explorador, un pequeño vehículo al que se le conectan los procesadores y con sensores de ultrasonido se puede trabajar para que detecte si va a chocar con algún objeto y cambie la trayectoria para evitarlo, concepto similar a los automóviles de Tesla.

"Para poder aprender todo esto hay un sistema de e-learning (aprendizaje en línea) donde te sientas en una estación de trabajo con dos pantallas. En una tienes el e-learning y en otra el software que controla la tecnología. Con que aprendas lo básico de la tecnología basta para que lo puedas llevar a los proyectos que hay que desarrollar, no es sofisticado", dice Catalán.

SPK fue fundada en 2020 e iniciaron operaciones en 2021, año en que se se adjudicaron un fondo Semilla de Corfo.

Catalán cuenta que poner en marcha el emprendimiento se hizo complicado por la cancelación de las clases presenciales, por lo que tuvieron que reinventarse.

"Partimos el desarrollo del proyecto con el colegio Monte Olivo de Puente Alto, que se había ganado un fondo grande y diseñamos un laboratorio con 20 estaciones de aprendizaje. Se demoró dos años y recién se está terminando. Era con la lógica del aprendizaje presencial, ahora tuvimos que avanzar con lo híbrido", explica Catalán.

Para ello, generaron dos modelos de negocios. El primero se basa en la habilitación de los laboratorios tecnológicos y, el segundo, en la venta de kits tecnológicos, que incluyen las herramientas físicas y el acceso a las plataformas de capacitación online.

La startup realizó un convenio con la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), que creó un certificado de "Educación Tecnológica y Pensamiento Educacional" para profesores. La idea es que los docentes se puedan capacitar con la tecnología y, para fines del curso, la universidad compró los equipos de SPK.

"Estos kits te los puedes llevar a la casa, por ejemplo, compras el de programación electrónica y te damos las instrucciones para usarlo (...) Nos hemos dado cuenta que también hay una brecha educacional con los profesores, entonces también es necesario que se formen en tecnología", afirma Catalán.

SPK espera sumar ocho establecimientos durante 2022. Catalán dice que este año se trata de "consolidar y validar la tecnología" y el siguiente espera acelerar el crecimiento y llegar a otras zonas del país.

Además, entre los planes, está expandirse por Latinoamérica, por el camino de la costa del Pacífico: Perú, Ecuador, Colombia, luego México.

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