El próximo lunes 28 de marzo, los precios de los combustibles volverán a subir, según el "Correio da Manhã".La escalada de precios comenzó el 7 de marzo y, semana a semana, fueron aumentando, con una excepción: el 21 de marzo, día en que repostar fue algo más barato.Sin embargo, el descenso de la semana pasada ahora se cancela.El diésel aumentará alrededor de 17 céntimos el litro y la gasolina lo hará en 14 céntimos al precio que se aplica actualmente.Los valores se basan en el precio del barril de petróleo Brent que, de continuar por encima de los 115 dólares, implicará este aumento de combustibles ya la próxima semana, avanza el 'CM'.La subida de los precios se debe al impacto que está teniendo la guerra de Ucrania en los precios de las materias primas, entre las que también se encuentran el papel y los medicamentos.A diferencia de la gasolina y el diésel, donde la preocupación ha sido el aumento de los precios, se habla incluso de otras materias primas de escasez o, en el caso de algunos medicamentos, de desaparición total.La industria farmacéutica ya advirtió que algunos medicamentos más baratos pueden desaparecer de las farmacias debido al aumento de los costos de producción (así como del transporte de medicamentos) y la imposibilidad de aumentar los precios, avanza el "Jornal de Notícias".La desaparición de algunos medicamentos podría perjudicar a los pacientes y también a las arcas del Servicio Nacional de Salud (SNS), teniendo en cuenta los reembolsos, por lo que ya se preparan propuestas para presentar al Gobierno."Estamos en la fase de caracterizar mejor la situación para ser más objetivos en la propuesta", explicó a "JN" António Chaves Costa, miembro tesorero de la asociación que representa a la Industria Farmacéutica (Apifarma).Se sabe que el objetivo es realizar una revisión de precios excepcional, “un proceso burocrático y largo”, prosigue.La industria papelera también está sufriendo el impacto de la guerra a las puertas de Europa y la Asociación de la Industria Papelera (Celpa) habla incluso de "escasez de papel" por el aumento de los costes energéticos en el último mes. "Es un riesgo real, si no se hace nada”, dice el presidente de Celpa, Francisco Gomes da Silva, al diario “Expresso”.La situación también es grave por el hecho de que Portugal depende de alrededor del 30% de la madera de Ucrania y Rusia y del maíz de Ucrania, utilizados para transformarlos en almidón y blanquear papel.“Tenemos stocks, pero hay que buscar alternativas porque si se rompe el suministro tenemos otro riesgo en la producción”, dice el presidente de Celpa, aunque señala que “este es solo uno de tantos ejemplos de la serie de amenazas que empiezan a pesar en el papel".En cuanto al papel higiénico, no merece la pena correr porque, según Francisco Gomes da Silva, “no falta papel higiénico ni papel de cocina”.Reconoce, no obstante, que “si la industria empieza a parar, existe el riesgo de que tengamos menos producción y por tanto escasez”.Notificaciones bloqueadas por el navegador